Los destinos turísticos de Europa están experimentando actualmente una nueva burbuja turística. Barcelona es uno de sus mejores ejemplos, donde están surgiendo conflictos sociales debido a la saturación turística y se están promulgando políticas públicas para gestionar la contención del crecimiento de la oferta turística, o incluso promover su decrecimiento. Por otro lado, Maó (Menorca) también es un buen ejemplo, dentro del contexto de las Islas Baleares, en el que se está implementando un modelo de desarrollo de turismo equilibrado y sostenible, orientado al estado estacionario. Los esfuerzos del gobierno de Menorca para desarrollar un modelo de desarrollo turístico más sostenible están relacionados con el hecho de que toda la isla fue designada como Reserva de la Biosfera del programa de la UNESCO en 1993.

La globalización actual se caracteriza por la polarización territorial: entre espacios urbanos y rurales, entre zonas costeras e interiores, o como resultado de la segregación espacial por razón de clase social, etnia o género, entre otros. Su diversidad de problemas da como resultado diferentes diagnósticos y propuestas alternativas. Por un lado, por ejemplo, se denuncia la saturación en ciudades turistificadas con propuestas de contención de crecimiento y decrecimiento para hacerlo más sostenible. Por otro lado, en las áreas interiores y rurales, o en los países empobrecidos, el turismo todavía se considera como otra posible alternativa resiliente para el desarrollo o la subsistencia.